25.10.08

.sueños atrasados. .25.10.08.

El tiempo en la isla siempre corre a un ritmo distinto. Yo no estoy exactamente ahí, pero tampoco en ninguna otra parte. Manejo un automóvil por algún rumbo idefinido: no miro hacia la carretera, miro hacia dentro. Hasta que la voz de Erika interrumpe mis ensoñaciones y me trae de vuelta. Tengo un compromiso que había olvidado, tengo que abandonar a mis desconocidos acompañantes y cambiar el rumbo, regresar a mi primaria. Es un día húmedo y la arena del patio, donde me estaciono, está mojada. Todo parece extrañamente vivo, aunque no se vean demasiadas personas en el lugar. Erika ya se encuentra esperándome en las canchas de basquet cuando yo llego hasta ella. Me siento feliz y voy cantando 'tropical dreams' de el Guisante Mágico y bailándola cuando llega hasta ella que me mira extrañada. No me dice nada y vamos caminando hacia la biblioteca, nos topamos con personas que parecen perdidas, la mayoría en grupo, a mí me causa una especie de gracia el mirarlo confundidos. Avanzo rápidamente hacia la biblioteca, la puerta está abierta y dentro puedo mirar una maqueta enorme, a modo de flor extraña cuyos pétalos se conforman por máscaras de yeso. Es completamente blanca. No me dijo que el piso junto a las escaleras está aún húmedo y me resbalo y caigo antes de poder subir, chocando contra la pared. Erika me mira preocupada pero yo no puedo dejar de reirme por mi torpe descuido.
El sueño cambia, estamos en un lugar enorme, con un escenario y un par de niveles. En el primero, el más cercano y más abajo, donde nos encontramos, hay muchas sillas metálicas y pequeñas dispuestas. Del techo cuelgan pancartas y diversos adornos, todo luce amplio y por los espacios abiertos entra un fuerte sol. Es un concierto de la Bersuit y en la música de fondo suena la canción de ellos de 'el viejo de arriba'. Hay mucha gente y siento que me he perdido de las personas con las que iba originalmente. Siento como si estuviéramos en América Latina, pero todas las personas que se encuentran en el público son conocidos. Llego junto a Mayra, después de vagar un rato, parece que está sola. Me cuenta sobre un proyecto que está llevando en la universidad sobre un automóvil. Me habla sobre los colores y el modo en que las agencias los manejan, de modo que si quisieras un coche de un color que la agencia no maneje, te costaría extra porque tendría que comprar los derechos sobre el color o emularlo vagamente. Mientras me lo cuenta imagino pequeñas cascadas de colores acrílicos que se derraman unos sobre otros. Pienso en lo poco práctico que es eso y en que debería pintar mi coche. Lo imagino de verde principalmente.
Alejandra aparece entonces, como si apenas me hubiera encontrado. Me platica sobre una reseña que leyó sobre el último concierto de Calamaro, que fue enorme. Mientras me cuenta lo que pasó miro que, precisamente, una de las pancartas que penden del techo tiene una fotografía de Calamaro. Me dice que fue un evento gigante, y yo me imaginaba una especie de escenario al aire libre donde convergía el escenario con otras secciones mercantiles o de servicios. Lo narraba con extremo detalle, como si hubiera estado ahí. Me decía entonces que Raúl había ido, que le había contado que incluso había comprado un souvenir, un pequeño peluche. Entonces yo sabía que el concierto había sido en Puerto Rico, y no me sorprendía enterarme que a Raúl le gustara esa música. Lo buscaba entonces entre la gente y lo encontraba, unas filas adelante, también solo, le preguntaba por el concierto y me lo contaba vagamente, como si comenzara a olvidarlo o le restara importancia. Le preguntaba por el peluche y me decía que sí, había comprado uno, y me lo daba entonces. Era un pequeño leon con una camisa del cantante argentino. Lo miraba fijamente, como si no supiera si me lo mostraba únicamente o me lo estaba regalando.
Un inoportuno despertador irrumpe mi sueño y entonces despierto.




En mi sueño suena "No te bancaste" de Andrés Calamaro.

1 comentario:

Isabel Tejada Balsas dijo...

El tiempo en la isla siempre corre a un ritmo distinto. Yo no estoy exactamente ahí, pero tampoco en ninguna otra parte.

Me gusta encontrarme en tus sueños linda :)Me describen mejor que mi realidad real.
Ains, te he echado de menos mil mundos en cada esquina de sus espirales. Mi ordenador se estropeó de nuevo, a ver si dura algo ahora :/
Te debo un mail, I know.
Mil besos circulares e infinitos n_n