31.7.08

.sueños atrasados. .30.07.08.

Caminaba por lo que parecía un terreno baldío pero era en realidad un parque o algo así. La distancia parecía enorme pero yo caminaba poco, llegaba hasta una banca en donde habíamos acordado de vernos. No recordaba las circunstancias exactas en las que habíamos acordado el encuentro. Una farola iluminaba el sitio donde él ya estaba sentado, yo llegaba y me sentaba junto a él como si fuese casualidad. Lo saludaba, escuetamente, sabiendo que nos conocíamos pero como si también eso fuese inexplicable, lo llamaba Gabriel, por reacción, aunque recordaba entonces que no era ése su nombre, aunque tampoco parecía sorprenderle. Recordaba que Ian no llegaría y me preguntaba también porqué, los tiempos eran inexactos y era como si entonces estuviese aún internado y le fuese imposible.
Cuando hablaba no lo miraba, estábamos simplemente sentados sobre una banca que se tambaleaba extrañamente como si fuese un juego de feria que se mantiene suspendido sin brindarnos ninguna protección. Al otro lado de la banca se encuentran también dos personas, uno junto al otro pero sin mirarse y sin hablar.
Gabo comienza a hablarme, me cuenta algo que no tiene nada que ver con la razón por la cuál nos encontramos allá ni con la inexistente amistad que nos une. Habla mucho, quedo, casi como si no hablara para mí. Cuando volteo a verlo descubro que sus facciones son distintas a como las recordaba. Pareciera como si no pudiese mirar su rostro como un conjunto y cada vez que me detenía en alguna parte del mismo lo miraba entonces bajo una lupa y sus proporciones se magnificaban inexplicablemente. Como si siempre estuviese cambiando, sin darse cuenta, mientras no dejaba de hablar. Retiraba la mirada y no me atrevía a continuar viéndolo mientras hablaba, me recriminaba a mí misma que yo siempre miro a las personas cuando hablan y me lo imaginaba cambiando aún. Yo no decía nada.
Puede que haya sucedido algo después, pero no lo recuerdo. Entonces despertaba.




En mi sueño suena "The way young lovers do" de Starsailor.

.sueños atrasados. .27.07.08.

La playa era clara y daba la idea de que las casas se organizaban justamente hasta donde llegaban las olas. Yo no podía ver las demás casas, en realidad, me encontraba de frente a un restaurante debajo de una gran palapa. Todo lucía blanco, una barda de piedra gruesa y blanca bordeaba la primera zona, y a lo lejos podía ver unas pequeñas escaleras que conducían a otro salón que desconocía. No había nadie, todavía, las mesas estaban vacías y ni siquiera se veía algún mesero rondando. Llegarían, el sol estaba en su punto y una suave brisa daba el toque adecuado al lugar. Estaba esperando a alguien, pero lo esperaba para alejarme con él, o con ellos.
Yo caminaba por la barda de piedra, bordeando el lugar, mirando únicamente mis pies y el lugar comenzaba a llenarse de gente y gente que yo jamás miraba a la cara. Sus voces eran murmullos que componían un ruido suave, como de grillos. A veces el agua de las olas crecía, como una marea extraña y llegaba al lugar hasta superar las bardas y comenzar a inundarlo todo. Nadie se movía, todo quedaba cubierto por un mar frío de agua cristalina que parecería dulce. Entonces del mismo modo, se alejaba.
A punto de irme descubría que había olvidado mi celular en alguna parte y recordaba haberlo dejado en una de las esquinas, caminaba de vuelta hacia él y estaba cuidadosamente colocado en medio de la barca. Pequeño y negro. Lo recogía y me disponía a irme aunque no había concluido mi espera.
Entonces entraba Alejandra en el lugar, vestida elegante pero tropicalmente, acompañada de un par de amigas que entraban directamente sin voltear a ver a nadie más hasta atravesar las escaleras hacia el fondo. Alejandra se detenía al verme, yo ya me encontraba en la entrada, y me recordaba que habíamos quedado de hacer algo en unos días. Yo le preguntaba entonces si ya había inscrito las materias del próximo semestre y ella me respondía que no, que se había cambiado al TEC y a la carrera de comunicaciones, ambiguamente comentaba que este semestre no metería ninguna materia. Yo lo recordaba y entonces no me sorprendía, sentía que todos habían abandonado ya y era completamente natural. Me recordaba de nuevo nuestra cita y se alejaba hasta las escaleras del fondo. La marea comenzaba a subir de nuevo. Yo me alejaba entonces caminando por el borde de los demás lugares a la orilla.
Entonces despierto.




En mi sueño suena "Me gustas cuando callas" de Brazilian Girls.