No quise decirlo porque finalmente, ¿quién iba a saberlo? Si no siempre tú y siempre yo. Nos detuvimos eternamente dentro de esas aguas de madrugada, oscuras, cargadas de murmullos que decían ya nunca, mañana temprano, no. Mucho tiempo después ibas a convertirte en la clara manifestación de mi miedo a lo absoluto, absoluta certeza del punto exacto y detenido de un hoy que se repite inflexiblemente.
Mucho tiempo después iba a soñarte, con tu rostro ya casi borrado por la suave mano de esos mismos días. Tendrías, de nuevo, pocas palabras para mí: el horror de los cuerpos. El miedo al horror de los cuerpos.
1 comentario:
un sueño sin banda sonora??
luego vuelvo
por aquí o por los fotologs, supongo que por los fotologs también
y a buscar a juarroz
besos
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