10.1.09

.sueños atrasados. .29.12.08.

Caminaba por los pasillos de mi preparatoria, en el tercer piso del edificio. Avanzaba desde el salón al final del último pasillo hacia la dirección, el pasillo parecía más amplio y largo, y también más iluminado aunque la mañana era un poco gris. Ya no era una escuela si no una especie de dormitorios donde todas las chicas se encontraban en amplios cuartos que yo solo podía adivinar del otro lado de las puertas de madera. Esos salones eran cuartos enormes de los que veía que salían y entraban chicas, de las cuáles yo no conocía a ninguna. Al pasar frente a uno de los últimos salones escuchaba que dentro sonaba una canción de O'Funkillo. Me detenía sorprendida y me quedaba junto a la pared escuchando, como sin querer creerlo pero confirmando que no podía ser otro grupo. Me sorprendía mucho de que las chicas dentro, como si fueran una sola entidad, un grupo homogéneo, estereotipado y desconocido; pudieran conocerlos, o gustarles, o cualquier otra cosa. Me quedaba un rato ahí, simplemente sorprendida. Después reanudaba la marcha y llegaba hasta los baños. La ventana al fondo de ellos era mucho más grande y estaba abierta hacia un pequeño patio en el nivel inferior. Yo entraba a uno de los pequeños cubículos que no eran más que eso: pequeños espacios separados, como cuartos mínimos, armarios improvisados, exilios voluntarios de todo lo demás. Entraba escondiéndome, o queriendo estar completamente sola. No había nadie más. Me recargaba contra la pared y no quería pensar en nada. Entonces escuchaba su voz, perfectamente, como si estuviera hablando con alguien en el patio de afuera. Era una conversación tranquila, amena, posiblemente con Jorge, quien no respondía nada. Él sólo comentaba vagamente que estaba bien, que estaba tranquilo. Era algo cotidiano, como si hubieran salido a fumarse un cigarro en una mañana gris. A mí no me sorprendía escucharlo, era también algo cotidiano para mí.
Entonces despertaba.




En mi sueño suena "Así estás donde estás" de O'Funkillo.

2 comentarios:

Isabel Tejada Balsas dijo...

Entraba escondiéndome, o queriendo estar completamente sola. No había nadie más. Me recargaba contra la pared y no quería pensar en nada.


Cómo te he echado de menos linda! n_n


Besos con los brazos abiertos .^

Anónimo dijo...

Que puedo decir de ti, siempre escriber unos relatos muy buenos, me ha gustado mucho.

Un Saludo y hasta la próxima