5.11.08

.sueños. .05.11.08.

Habíamos detenido nuestro camino junto a una iglesia. Junto a ésta se había montado una pequeña carpa y habían algunas mesas blancas con decoración y algún evento pequeño al que no pertenecíamos del todo pero tampoco estábamos de más. Mi madre estaba sentada sola en una mesa, no había casi nadie sentado. Me sentaba frente a ella, sin preguntarle nada, me respondía que no le gustaba esa iglesia, que pensaba que para encontrarse en un campo a mitad de la nada debería ser más linda por dentro. Me hablaba de ella y me la imaginaba como si hubiera entrado, era muy amplia pero casi vacía, incluso la poca decoración que tenía no parecía religiosa. Pero me la imaginaba de día aunque ahora ya era de noche. Mi madre se distraía y yo me levantaba e iba hacia otro lado, pasaba por una mesa donde habían muchas botellas de distintos alcoholes y cada uno podía servirse. Veía una botella de vodka decorada de manera muy extraña pero me gustaba mucho, le quedaba poco alcohol y aunque no podía tomarlo me decidía a robarla. La tomaba y me iba hacia una zona que eran como los baños, pero al entrar eran una especie de pequeños cubículos donde las personas podían entrar en grupos a platicar de manera un poco privada. Entraba a uno, eran completamente beiges, quería alejarme un rato de los demás. Después de un rato me decidía a salir pero entonces escuchaba que alguien me llamaba y volteaba y veía a Cinthia, iba con un grupo de otros conocidos míos, como Alejandra, me saludaban vagamente y yo les respondía con un poco de educación pero huía rápidamente, me topaba con mi hermana al salir y nos íbamos.
Estábamos de nuevo en el coche, atravesando caminos oscuros, cuando veíamos un restaurante de comida rápida que era muy similar a mcdonalds pero demasiado estilizado. Me baja del coche, ya no estaba mi familia, entraba a él porque era el único establecimiento iluminado pero al entrar ya no era un restaurante si no una especie de oficina de luces ambar. Ahí estaban Sergio y Jorge y me hablaban demasiado rápido, preguntándome demasiadas cosas que no alcanzaba a entender. Detrás de nosotros Ariadna hablaba por teléfono, pero era como si del otro lado de la línea también estuviera ella, en otra ciudad, respondiéndose. Trataba de alejarme de las preguntas pero no se detenían, hasta que Ariadna decía que en el teléfono estaba un escritor de apellido Álito. Ambos corrían rápidamente hacia el teléfono y Sergio lo tomaba. Empezaba a hablar pero era como si el auricular hubiera desaparecido de sus manos. Ariadna también.
El sueño cambia, estoy en una cabaña en medio de un bosque nevado. De nuevo están mi madre y mi hermana. Hay una voz que nos habla y quiere obligarnos a realizar distintas acciones pero tratamos de evitarla, aunque no sabemos por cuanto tiempo. Nos subimos a un trineo de plástico rojo que está frente a nosotras y tratamos de huir, pero siempre tenemos la sensación de que hay otro trineo detrás de nosotras. A veces es como si además lleváramos cargando partes de algún cuerpo humano mutilado. Es confuso, por momentos me siento detenida, en otro trineo, con ropa de clima caluroso y personas que no conozco alrededor de mí me hacen preguntas que no vienen a tema. Por qué uso ese tipo de tela, qué letras se repiten a veces. Trato de responder pero no entiendo bien donde me encuentro.
Hay otras partes del sueño que se me escapan, pero eventualmente me despierto.




En mis sueños suena "Porcelain" de Moby.

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