Me llaman, tengo que salir del cuarto, trato de ponerme mis zapatos pero no me quedan, no entran. Los miro varias veces y son ambos del mismo pie, de pronto miro y parece que todo el suelo está lleno de zapatos idénticos, para pies sin forma, para tallas inexistentes, y ninguno me queda. Salgo sin zapatos.
Por momentos parece que la ciudad dentro de la cuál estamos atrapados es un conjunto de casas abiertas una sobre otra. Subo a un pequeño ático y un niño duerme en una maleta, le digo que es hora de irnos.
Todo cambia, estamos en un coche, una amiga maneja pero no puedo ver quién es. Pasamos como a través de un malecón pero que es demasiado pequeño, como si fuese apenas una zona en un jardín y sin que se pueda observar el mar del otro lado. Le digo a la chica que quiero comer helado y pienso en un cierto helado de vainilla con jarabe de chocolate. Pasamos junto al sitio donde lo sirven, que es como una parte más asomándose a esa enorme casa blanca que es la ciudad. Por el cristal puedo ver demasiadas mesas para un sitio tan pequeño, todas de madera alta y clara, mi amiga me dice que está cerrado, que vendremos otro día. En otros sitios, a través de más ventanas, veo a personas sentadas en otras mesas, hablando, comiendo, pocas y esparcidas. Hay mucha luz adentro.
Estamos escapando, ella sabe que no nos pueden ver y por eso sólo salimos cuando es de noche. Se estaciona enfrente de unos locales cerrados mientras busca algo. Yo me pregunto de qué escapamos y cuanto tiempo tendremos que seguir así.
Suceden muchas más cosas que no recuerdo, y entonces despierto.
En mi sueño suena "Not ready to make nice" de Dixie Chicks.
Por momentos parece que la ciudad dentro de la cuál estamos atrapados es un conjunto de casas abiertas una sobre otra. Subo a un pequeño ático y un niño duerme en una maleta, le digo que es hora de irnos.
Todo cambia, estamos en un coche, una amiga maneja pero no puedo ver quién es. Pasamos como a través de un malecón pero que es demasiado pequeño, como si fuese apenas una zona en un jardín y sin que se pueda observar el mar del otro lado. Le digo a la chica que quiero comer helado y pienso en un cierto helado de vainilla con jarabe de chocolate. Pasamos junto al sitio donde lo sirven, que es como una parte más asomándose a esa enorme casa blanca que es la ciudad. Por el cristal puedo ver demasiadas mesas para un sitio tan pequeño, todas de madera alta y clara, mi amiga me dice que está cerrado, que vendremos otro día. En otros sitios, a través de más ventanas, veo a personas sentadas en otras mesas, hablando, comiendo, pocas y esparcidas. Hay mucha luz adentro.
Estamos escapando, ella sabe que no nos pueden ver y por eso sólo salimos cuando es de noche. Se estaciona enfrente de unos locales cerrados mientras busca algo. Yo me pregunto de qué escapamos y cuanto tiempo tendremos que seguir así.
Suceden muchas más cosas que no recuerdo, y entonces despierto.
En mi sueño suena "Not ready to make nice" de Dixie Chicks.
No hay comentarios:
Publicar un comentario